Martín Tonalmeyotl (Martín Jacinto Meza, 1983), originario de Atzacoaloya municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero. Lic. en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Mtro. en Lingüística Indoamericana por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Es campesino, profesor de lengua náhuatl, narrador, poeta y traductor. Becario del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG) 2015-2016 y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) 2016-2017. Algunos de sus poemas, relatos, artículos y fotografías han sido publicados han sido publicados en diversos medios impresos y digitales, tanto nacionales como internacionales. Coordinador de la serie en lenguas indígenas Xochitlájtoli ‘La palabra florida’ en Círculo de Poesía. Revista Electrónica de Literatura. Integrante del libro: Los 43 Poetas por Ayotzinapa (INAH, 2015), Montarlabestia (Nauyaka Producciones y Ediciones, 2016), Postlom: Cuentos de los pueblos indígenas de México (Álamos, 2016) y Al menos flores al menos cantos (Valparaíso México, 2017). Autor del libro: Tlalkatsajtsilistle ‘Ritual de los olvidados’ (Jaguar Ediciones, 2016).
Llorar como un salvaje
"Canción del bárbaro"
Martín Tonalmeyotl
¿Poesía para qué? ¿Tiene algún sentido escribir poesía? ¿Se puede cambiar a la sociedad y sembrar esperanza desde la poesía? Preguntas como éstas y otras tantas las hay en este tiempo y las ha habido tiempo atrás. Para muchos la poesía tiene sentido, una forma de ser, de vivir, de convivir y explorar otros espacios, una finalidad específica en materia de creación y así; mientras que para otros la poesía “no sirve para nada”: lo he escuchado decir un par de veces.
En México hay toda una tradición poética que se ha venido forjando desde hace algunos siglos; sin embargo, nuestra poesía mexicana ha quedado estancada y los poetas no han hecho otra cosa más que imitar formas y crear poesía porque sí. Se han olvidado que la poesía nació para decir lo indecible, para describir el tiempo en el que vivimos, para pintar y sembrar ideas, para pensar acerca de nosotros y desde la palabra, gritar rebeldías, injusticias, amor a la tierra, a una mujer, a los hijos y así. Este poemario que lleva por título Canción del bárbaro nos ofrece otras palabras, otras historias que muy pocos poetas se atreven a contar o, mejor dicho, a preguntarse de sí mismos y del mundo en el que viven. El poemario cuenta la historia de un hombre (salvaje) que conoce la ciudad y el pueblo, conoce los males y rituales existentes. El libro está compuesto por cerca de 50 poemas y dividido en tres partes: Lamentación del salvaje, Casi canto y Tribada.
El personaje principal del libro es un hombre que desobedece las reglas de una “civilización” maltratada, impuesta a conveniencia de muchos, una sociedad que ha perdido el amor a la naturaleza, a la familia, a las costumbres antiguas, a las calles, a la libertad de sí misma: Pocos entienden lo difícil que es / hallar hoy un verdadero bárbaro: / hace tiempo que ven televisión / en casi todos lados / y quieren pollo frito / y ven cine de Hollywood.
Los versos aquí escritos no te remiten a escuchar bellas palabras, sino a describir realidades que muchas veces nos golpean. Ángel Carlos se ha caracterizado por ser un poeta solitario, uno de los poetas mayores del estado de Guerrero, destacado por su producción poética y el compromiso hacia lo que escribe. Tal como lo dice el poeta Adriano Rémura en uno de los prólogos para el libro Reflexiones de la poesía. Ayer y hoy
del maestro Enrique González Rojo: “pensar al poeta del siglo XXI como un actor social clave para la transformación integral de la realidad y punto esencial para la materialización de un mundo que no tema a la crítica ni al ejercicio lógico de la poesía”, él nunca se ha interesado por estar en los chismes literarios, en los grandes festivales, en el periódico o las revistas; sin embargo, sigue ahí, escribiendo y creando una poesía muy propia, de protesta, de denuncia y de autorreflexión hacia sí mismo y hacia la sociedad actual. Ha optado por darle vida a la palabra, por darle sentido y razón de ser a la poesía. Es un hombre rebelde, un poeta bárbaro al que le duelen las injusticias, grita sangre en las calles, siembra ideas para el futuro de los niños.
En México tenemos muchos poetas o al menos muchos se hacen llamar poetas que no tienen ningún compromiso con lo que dicen. Ángel Carlos realiza la acción de cada palabra o cada verso que escribe, por ello no usa bellas palabras sino aquellas que se usan en el lenguaje cotidiano y las retrata el bárbaro cuando dice: Yo traigo un viento entre la sangre, bailo, / y a veces soy el agua, duermo, / yo canto, lloro, sueño, / soy el bárbaro, porque aquí importa más decir algo que decir algo bello pero hueco. El bárbaro nos sitúa en aquello que se ha olvidado: busqué un empleo, me casé, / sostuve a mi familia, / compré a plazos un coche / y olvidé aquella aldea en no sé dónde.
La canción del bárbaro es este grito donde se describe a un hombre maltratado en una sociedad donde no cabe, donde se le desprecia por ser distinto y no cumplir con los requisitos de la “civilización”. El poeta lo describe como: ¡Salvaje!, ¡lépero!, ¡aborigen!, / ¡ignorante!, ¡vándalo!, ¡grosero! / ¡patán!, ¡inculto!, ¡loco!, / ¡gañán!, ¡bruto!, ¡majadero!, / ¡indio!, ¡primitivo!, ¡bárbaro!… Sin embargo, muchos queremos seguir siendo salvajes y vivir a nuestro modo y en lugares en donde no se cobre el agua, el aire, el piso, donde nada se venda porque todo es un intercambio con la naturaleza. Y los expertos en esto son los pueblos originarios como los me’phaas, los kichuas, los nahuas, los wixárikas y otros que también son mencionados por el poeta: Que no deje que nadie me arrebate, / espíritu del pueblo, esos lugares / donde germina el agua, donde nace, / y pueda cantar abiertamente / espíritus alegres, con la voz / que mis abuelos apenas ya susurran.
Tlalkatsajtsilistle/ Ritual de los olvidados
Martín Tonalmeyotl
Chilapeñosi
Tajuamej
uan ne tiualeuaj ikxitlan Teskitsin
niman kechka iyeualijkan Chilapan,
kan tsiouej melauak techkuitlapanuia
se chiche tejtex uan ijtoka Nejmojtilistle.
Kamaniantika san ompaka tiyanaj niman xtechita.
Kamaniantika iuan topanouiyaj
niman tikchiuaj kampa xtikitaj.
Yajua, noijke kichiua kentla xtechita,
kentla xtechijnekue.
Kamanian maske melauak tlakpak tipatlanej,
yajua tej no ompa yoj techtokatij,
san uejkatsin techikxiijnektij.
Notajtsin
se tota uan sa kech ye tajtle,
uajtopone intlakotsin se kech yemankatlajtojle:
“kijtoua kampa on diablito ikonetsin
techkuitlapanuiaj san pampa yotechuelitak”
najua noijke nikijtoua kampa kineke
techixpolos, techyolmaxalos niman kema
techtekitiltis, techtlalis matikimasikan tokniuan
uan uelis tikinkuepaskej ken chiche itlapiyas.
Najua tej melauak nechyolajmana on tlamantle
niman nikualane kuak nikita nempoliue on ueye chikaualistle
uan ijtoka “pakilistle”.
Najua tej kampa nitlakachilapeño,
san nikuajtoloua nokualak
niman amo nikmoya notlajtotsin
kampa tla onikmoyaj,
on nejmotilistle nechinuatojtojkilis itskuiuan
niman kuajton tej,
tlanesis ompa nitlajkaltos san nikojkoyoktik.
Chilapeños
Nosotros
los nacidos al pie del Teskitsin
y a las orillas de Chilapa,
caminamos por donde nos acosa
un perro que carcome llamado Miedo.
A veces nos escondemos cerca sin que él lo note.
Otras veces, nos cruzamos los pasos
y hacemos tuerta la vista.
Él también hace tuerto el olfato
para fingir que no ve.
Otros días, a pesar de volar muy alto,
nos damos cuenta que nos sigue.
Desde lejos olfatea nuestros pasos.
A mi padre,
de casi la edad de los huehues,
se le caen de la boca palabras sensibles como:
“ese hijo de la chingada
nos siguen sólo porque le gustamos”
y concuerdo al darme cuenta
que lo único que persigue es hacernos
como él, para cazar a más humanos
y convertirlos en miados de perro.
A mí me causa coraje y rabia
al ver contaminado ese aliento antes llamado
“alegría”.
En mi impaciencia de chilapeño,
trago mi propia saliva
y trato de no hacer llover la palabra
porque si no respeto eso,
el Miedo me mandará a sus perros
y estoy seguro que amaneceré
con el cuerpo incrustado de plomo.
Nochanijkauan
Se tonajle nochanijkauan okinemilijke yeskej ken se tototsintle
yaskej uejka niman patlaniskej itsalko moxtle.
Chika yolik okinemilijkej
oyejkokej tsopilomej niman inka intentlatekiluan
okitetsojtsopinijke niman okechtsonteke on ajakatsintle.
Aman tej
tlayouisyotl niman xochitonaltsintle
inuaxka on xkuajkualtin tsopilotexipaltin.
Mi gente
Mi gente quiso ser ave un día
por el simple placer de volar sobre las nubes
pero tardaron en decidir
y llegaron los buitres y con sus filosos picos,
lastimaron al viento y le cortaron la cabeza.
Hoy por hoy,
el día y la noche secuestrados están
por esos sucios y violentos pajarracos.
Notlaltipak
Notlaltipak melauak ueye
niman noijke ueye inejyamanyo.
Aman tej chika nojuitsia tonaltsintle
tlayouisyotl notlajtolpatla
ika inkualankachokalis tepostlauilanaltin
niman inkualankatsajtsilis miktepostin.
Mi mundo
Mi mundo es diverso
y triste por su ambivalencia.
Cada día que pasa la noche cambia su silencio por rugidos de autos
y gritos irritados de metralla.
Matsiakan tochan
Ika touijtsok,
ika toarado,
ika totlamachilis niman tolapis,
matikintlapokan yankuikej kuentin.
Matikintokakan tlakamej iuan siuamej
uan tlachijchijtin ika sokitl,
ika ikpatl
niman ika tlayoltsintle.
Ijkon mostla noso uiptla
xkelkauaskej kanon ualeuaj,
xkinpinauistlajkaliskej inkojkoltsitsiuan,
xkinpinauistlajkaliskej inxankaluan.
Matikinkajteuakan ixtlauamej teojtin,
matikinkajteuakan se kech tonaltin kalmoxtin
niman tepostlauilanaltin intlakakalats.
Matiuiyan matikimitatej caballeros,
matauiltitej iuan papalotsitsintin
niman matotlatlalotej iuan ajakatsintle.
¡Matiuiyan tinochimej!
¡Nochimej akin xkinekej nelkauaskej!
Regresemos a casa
Con la coa,
el arado,
la mente y el lápiz,
abramos nuevos surcos.
Sembremos hombres y mujeres
de barro,
hilo
y maíz.
Sólo así, mañana o pasado
recordaremos nuestras raíces,
no nos avergonzarán nuestros abuelos
ni las casas de adobe.
Abandonemos las calles planas de piedra,
alejémonos por unos días de las bibliotecas
y del ruido de los carros.
Regresemos a mirar a los caballeros,
a jugar con las mariposas
y a correr con el viento.
¡Regresemos todos!
¡Todos aquellos que no quieran ser olvidados de sí mismos!
Tokatsitsintin
Kamaniantika, nokineke matinejnemikan san tajuamej.
Tla tikimixtemouaj okseke ojtin kijtosnekis,
kampa tajuamej tikalakej ipan okseke tlanemililtin
kan tikimixmatiskej okseke tlakamej iuan okseke siuamej,
in tlamantle, techpaleuis pampa maka matelkauakan.
Tla san tajuamej tinejnemej, uelis uejka tasiskej.
Onixpoliue in ojtsintle kuak se sanka seka yoj
kampa tokatsitsintin tla kitaj xok yaka chante,
kinkajteuaj sanka seka innakatekatsaualuan ijtik on kaltsitsintin.
Uelis tsiaskej uejka maske kineke oksejpa matiuajlakan.
Maka matikinkauilikan san yajuamej mamikikan tokniuan
kampa yajuamej inka inchikaualis,
nookintlapojkej yankuikej ikxiojtin,
ojtin kanka aman, tojuitsiaj.
Las arañas
Algunas veces, es necesario caminar solos.
Buscar nuevos senderos tal vez signifique
inmiscuirse sobre otras formas de vida,
por ello, conocer a otros hombres y mujeres
puede ser satisfactorio para la memoria.
Solo, se puede ir hasta lo infinito.
Se pierde esa eternidad cuando no hay regreso
porque las arañas al no notar movimiento alguno,
abandonan las casas y huyen de su propia telaraña.
Es necesario ir y regresar.
No dejar morir a los demás también es de humanos
pues con sus vidas, algunos de ellos
abren nuevas veredas,
atajos por donde hoy, transitamos.
Del libro Tlalkatsajtsilistle/ Ritual de los olvidados (Jaguar Ediciones, 2016).
Intajtsitsiuan ayotsitsintin no uelej patlanej
Los padres de las tortugas también saben volar
Uelej patlanej inkuatipan sokitlalkontin
inkuatipan miktlalkontin
Uelej patlanej inkuatipan tepossayolimej
Ipan ojtin techichikuitoltikej niman xalyojkej
Uelej kinyekanaj miyakej ayotsitsintin
Chikauak oyouaj kampa xaka najnauate
Kitekotonaj on tlatsakuajle kampa nemej
on tekapotschichetsopilomej uan kamelauak texipaltikej
Intajtsitsiuan ayotsitsintin no kimpiyaj inmastlakapaluan
Inmastlakapaluan uan amo kaman siouej
Inmastlakapaluan uan melauak yolchikajkej
niman tlamachaj ika tonajle niman ika yeuajle
Intajtsitsiuan ayotsitsintin no uelej nejnemej
Nejnemej ixtlapojtiuej
nejnemej ixkualantiuej
maske tej nochojchokaj
ueye kinajmanchiua on uitstsintle
uan tlalaktok tlatlajko inyolo
Intajtsitsiuan ayotsitsintin tlakuiteuaj
Tlakuiteuaj kampa kitlasojtlaj inyesyojtsin
kampa kintlasojtla insiuatsitsiuan
kampa kintlasojtlaj inkoneuan
Amo kinokauiliaj inka manomapojpouakan
intlaluayotsitsiuan
Intajtsitsiuan ayotsitsintin no melauak apismikej
Kinekisiaj kiminextisiaj inkonetsitsiuan
Kinekisiaj kinkitskisiaj, kintenkuasiaj, kinnapalosiaj
Ipal on tlamantle tej amo nokauaj, kintemouaj
niman kintemouaj ipan inauiuilakachuan on ueyeatl
atlanelouaj ipan inayeualuan on tetojtomaktikej tsopilokotsmatiltin
uan xtla kimatej, uan amo itla kinkokoua
Intajtsitsiuan ayotsitsintin no omesempoaltin iuan yeimej
ome sempoaltin iuan yeye tlakamej uan nomateketsaj
ome sempoaltin iuan yeye tlakamej uan tsajtsej ika yekpakilistle
ome sempoajle iuan yeye
ome sempoajle iuan yeye
ome sempoajle iuan yeye
Los padres de las tortugas también saben volar
Volar sobre pantanos
y fosas clandestinas
Volar más allá del ruido de las moscas de fierro
Volar sobre carreteras curvosas y arenosas
Dirigir a miles de tortugas
Romper y burlarse del silencio
Romper los cercos
de perros-zopilotes hambrientos
Los padres de las tortugas también tienen alas
Alas de aliento incansable
Alas de fuerza para sobrevivir
bajo días y noches de espera
Los padres de las tortugas también saben caminar
Caminar con la frente en alto
con la mirada llena de rabia
aún a pesar de las lágrimas
aún a pesar de la espina
clavado en el centro del corazón
Los padres de las tortugas también saben luchar
Luchar por su sangre
por sus esposas
por sus hijos
Defender la dignidad humana
desde sus raíces
Los padres de las tortugas también tienen hambre
Hambre de encontrar a sus hijos
Hambre de poder tocarlos, besarlos, abrazarlos
Gritar con ellos para crear ecos
Por eso nadan y nadan
sobre mares arremolinados
sobre lagos de pingüinos gordos
e inhumanos
Los padres de las tortugas también son cuarenta y tres
cuarenta y tres puños levantados
cuarenta y tres gritos de esperanza
cuarenta y tres
cuarenta y tres
cuarenta y tres
Ome sempouajle iuan yeye
Cuarenta y tres
Ueye tekokoj kuak mixkuatipan kitekestokej se miktepostle.
Ueye teajman kuak mixpan kimiktsiaj se toknij
niman xuele itlaj tikijtos kampa tla titlajtoua teuan tonkisas.
¡Tajua! No ompa tiuajlo kampa tichantitok ipan ojtle,
kampa timomaxtijketl uan xtla kuelita.
¡Tajua! No ompa tiuajlo kampa ojtin melauak tlachaj,
innakasuan uejueimej ken itla elefante
niman intemiktijkauan,
xkaman kimitaj ipan kalpan
nin ipan kaltekiuaj kan tetlakanonotsalo.
¡Tekokojkej ojtsitsintin uan
tlaxayakamatlaloltin ika monontsintlajtol!
Cuarenta y tres
Duele estar en casa con un fierro en la frente.
Duele ver morir a los demás
y no poder respirar frente a los vómitos de fierro.
¡Tú! Serás el siguiente porque eres de la calle,
porque eres un estudiante inconforme.
¡Tú! Serás el siguiente porque las calles tienen ojos,
tienen orejas del tamaño de un elefante
y sus asesinos,
son invisibles ante el pueblo y
ante la justicia.
¡Duelen las calles
maquilladas con tu silencio!
Tlajtoluiuichilistle (inédito)
Martín Tonalmeyotl
Tlajtoluiuichilistle (inédito)
Xnechuiuichile notlajtoltsin teposkoyotsintle
Xkuika niman ika xmopaleue notlajtoltsin
Xtetekimilo ika ixijyotsin tlanikpatl
niman kuajle ika makalake iajuiyakayo
Xkinxexelouile in tlajtoltsintle tsikatsintsintin chichiltikej
uan mokxitlan nojuitijtokej
Xnechinuiuichile nixtololojuan ueyechichitsin uan oksakan tiualeua
Xkinpipilo nixtololojuan xopaltikej itlan iluikak
niman ma chichipinikan ken kiyajtle itlan mestonajle
Ompa ma xoxotlatsiakan itlajkotsian sitlalkouatsintle
Xkuiuitla notlajtoltsin iuan nijyoyo
Kuajle xtemo ineluayo notlajtoltsin
niman tla tiuele xtlayokole ajakatsintle
niman ika makintlapalue kojtsitsintin
Xkuiuitla noyoltsin uan tlajkoxelijtok ika texaltsitsintin uan sa tsotlantokej
Xkixtekile ichikaualtotonka noyoltsin amantsin ika xe kuajkuapitisuej itlajtoltsitsiuan
Xnechuiuichile notlajtol tajua tlamachilis ixteke
Xkinyolpakte on tiotlakiliomej kuak noyej kiyaue
San tajua xmastsia kampa imiuan ninouika akuakuamej tojtomajkej
Xkintlauilue toknitsitsiuan para sansakan manejnemikan
niman makimixtlapokan okse tlaltipaktin kampa ueliskej chantiskej papalomej
Se ueye tlaltipaktle uan tlatlapachijtok ika totomoxtle
Xnechuiuichile notlajtoltsin tajua istiijistak kuixintsin
Xkijyouana notlajtolkojkotonilis
Xkixtekile itlamapipichol tonalajakatsintle
Xpopolo noueye notlamachilis
Arrancar la palabra
Arráncame la lengua coyote de fierro
Haz con ella pedazos de vida eterna
Envuélvelo en hojas de hierba santa
hasta que penetre sobre el color del viento
Repárteles esa lengua a cada una de las hormigas rojas
que caminan bajo tus pies
Arráncame los ojos lobo de otra tierra
Haz de ellas estrellas verdesazules
que puedan chispear bajo la luz de la luna
Haz que palpiten en la vía láctea
Arranca mi palabra y mi aliento
Busca la raíz de cada sonido palpable
y regala esta voz al viento
para que pinte con ella a los árboles
Arranca este corazón partido por un río de cristales
Róbale su calor antes de que sus palabras sean congeladas
Arráncame la palabra tú robador de pensamiento
Regresa la alegría a las tardes lluviosas
Se mi confidente de sapos gordos
Alumbra mis pies para que caminen juntos
y crean otro mundo lleno de mariposas
Un cosmos cubierto con hojas de totomoxtle
Arráncame la palabra gavilán de garras blancas
Respira cada sílaba mía
Róbale al día su silbido
Borra en mí la existencia
Itlakayotsin nokalpan
(inédito)
Tlaltipaktle kan kixiniaj xochitl uan yoistayak
Kan chante nexikolpakilistle
Kan atoktok tlayojle uan tlapaltik
Kan tsilinej campanas uan pakej niman najmanaj
Kan nokuikatsiaj niman mikistsajtsej kaxtiltin
Kan notooka ajos niman xonakatsintle uan yautik
Kan onokej kojtsitsintin uan yomauajuakkej
Kampa kakiste inapistsajtsilis chitojtsitsintin
Kampa kakiste intlauelkualanalis tepostlauilanaltin
Tlajtoltsinle uan yoltok maske yotenkojkoton
Kanpa mojmostla nonemaka atojle uan istak
niman tamaltin uan tlakokoltin
Kampa nemej ueuetsiopixkej uan teka nokayauaj
Telpochnaualtin uan san tlakajkayauaj
Tlayekankej uan san tekuajkualia tetomin
Tlatsotsonkej tlauankej niman noyej kokoxkej
Tlakamej uan tetlakanonotsa tsiopan
niman inkalijtik inkoneuan chantej ken chichimej
Ojtin tejtextikij niman kojkotonkej
Kan xaka itla kita maske mojmostla nomiktiua, tlaxtekilo
Tlakamej uan noyej tekitkej, uan noyej pakej niman koninej
Kalpantle uan melauak tlatemike noyankuilis
maske xtla kichiua kampa noyej tlamakase
Pedazos de pueblo
Basurero de pálidas flores
Una pisca de odio alegre
Chorros de mazorca de colores
Gritos de campanadas entusiastas y tristes
Cantos mañaneros de gallos moribundos
Surcos de ajo y cebollas moradas
Ramas de árboles desvanecidos
Berrear de chivos con hambre
Rugidos de carros desconocidos
Una lengua semicortada pero viva
Anuncios de atole blanco
y tamales heridos
Párrocos cansados e hipócritas
Brujos modernos y mentirosos
Líderes obsesionados por el dinero
Músicos alcohólicos y diabéticos
Fehacientes consejeros de iglesias
y perros enemigos de sus hijos
Calles carcomidas y rotas
Un silencio cómplice de matanzas y levantones
Hombres trabajadores, alegres y borrachos
Pueblo de grandes ilusiones
y perezas morales modernos
Masatsintle
(inédito)
Nikneke niteixpantilis kenejke nichantitok iuan on tlamantle uan xkuajle
Nikijtos kampa nikan tej xokuele kualtsin tichantis
Kampa tiknekisiaj yamok manomojtiua niman mapano in tlamantle
Aman xokuele nonnauiltsia ipan ojtle kampa youejka nipelotajtejteliksaya
xokuele nikimajokue temej pampa ompa sa xinej tlakamej uan yokimimiktijkej
Xokuele tej itla nikijtoua ken se tetsintle
maske noyoltitlan melauak tlatlatok niman palantok nopakilis
Nimikis tej ken se masatsintle uan noyej chikajtok
kampa xniuelis nichantis ken najua niknekisia
El venado
He de describir mi realidad descuartizada
Decir cuan injusto es la vida en este pueblo
He de alimentar mis miedos con pedazos de esperanza
He despreciar estas calles donde un día jugaba con porterías de piedra
ahora sustituidos por hombres acribillados
He de callarme como las piedras
congelar tantas realidades que pudren mi alegría
He de morir siendo un venado joven
sin haber podido elegir mi libertad
Sekimej tlakamej ijkon kinemiliaj
(inédito)
Sekimej tlakamej kinemiliaj
kampa tajuamej tikxotsolijtinemej
pampa xtiknekej tikauaskej tlaltipaktle,
pampa tokojkoltsitsiuan ijkon
otextsalouilijkej totlamachilis.
Kijtouaj kampa tikuaj san yemoltsintle iuan ayojkijle
pampa ijkon melauak tichijchikajtokej.
Kampa xtsa totlakentsia pampa melauak xnoye
nonekej san miyak tlakentin uan ika totlatlapachoskej.
Kampa kokonej kikuaj kuamochitl, kikuaj manko iuan
xalxokotl niman melauak kuajle noskaltsiaj.
On tlakatsitsintin xkimatej kampa maske tikxitsotsolijtinemej,
kamanyan notikonileuiyaj se kaktsintle,
se tosapato maske matechkua,
maske maka matechnamike.
Kamanyan notikonileuyaj tikuaskej nakatsintle,
se piytontsin tliuake ika chilmoltsintle.
Notikonileuiaj tikonpiyaskej se totlakentsin,
ome totlakentsin noso yeye pampa ijkon,
no tiueliskej totlakenpatlaskej kuak tipajpatsiuej,
kuak totlajtlaliotsiaj.
Yake tej tokoneuan kuak kitaj itla ueliktsin,
maske amo mauelik,
maske xkaman kuayaj,
nokinekisiaj kuasiaj,
kipiyatsiaj ipan inmatsin,
kimatisiaj kenejke uelik,
kamamanelosiaj.
Sekimej tlakamej topal tlanemiliaj
niman xkaman techtlajtoltsiaj
tlinon tiknemiliaj tajuamej,
tlinon t e c h p o l o u a.
Algunos hombres piensan
Algunos piensan
que andamos descalzos
porque queremos estar en contacto con la tierra,
porque nuestros abuelos
sembraron esa herencia en nuestra mente.
Dicen que comemos frijoles y flor de calabaza hervida
porque así nos mantenemos sanos,
que no tenemos mucha ropa
porque no es necesario tenerla en demasía,
que los niños comen huamúchiles, mangos y guayabas,
porque así crecen mejor.
Pero ellos no saben que aunque andamos descalzos,
a veces nos crece la envidia de tener unos huaraches,
unos zapatos aunque nos lastimen
o no nos queden.
A veces nos llega el antojo de comer carne
o pollo asado con salsa roja.
Nos llega la envidia de tener una muda de ropa,
dos mudas, tres mudas de ropa
para cambiarnos cuando nos mojemos
o nos ensuciemos.
Al ver otro tipo de frutas, de productos
y a pesar de no estar sano
y de no haberlos probado nunca,
a nuestros hijos también se les antoja,
quisieran tenerlos en la palma de sus manos,
probar su sabor,
jugarlo con la lengua.
Algunos hombres se toman el derecho
de pensar por nosotros
sin aquilatar nuestro pensamiento,
nuestras n e c e s i d a d e s.
Xnexte moxayak
Xkimochpana ojtsitsintin ika tetlajpaloltin niman tetlakaitalistin.
Xkimitite mokoneuan kenejke nokuikatlaliaj tototsitsintin.
Xkimitite makitekitiltikan niman matlajtokan koyotsitsintin intlajtol.
Tla mochan tikinpiya amoxtin
kuajkon xmomaxte xamapoua.
Xchante ika pakilistle,
xchijcha niman ipan xchojcholo tlaueltsintle.
Xkinkake ueyetekiuajkej,
kemaj xkimaxile intlajtoltsitsiuan
niman ika xkinxayakauijuiteke.
Oksejpa xtejtemo moxayak,
oksejpa xnejneme ipan ikxiojtin,
xtlanemile ika moyoltsin
niman teuan xtlale mosetlanemilis.
Encuentra tu rostro
Barre las calles con el respeto y los saludos del día.
Enséñales a tus hijos a hablar como lo hacen los pájaros.
Enséñales a usar y a hablar la lengua de los coyotes.
Si en casa tienes libros,
enséñate a leer.
Vive en alegría,
escupe y pisotea el odio.
Escucha a los políticos,
luego toma lo dicho
y abofetéalos con sus propias palabras.
Vuelve a buscar tu rostro,
vuelve a caminar sobre las veredas,
siente de nuevo con el corazón
y piensa con los demás.
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